Receta más que tradicional. ¿Quién no ha ido a casa de la abuela (güelita) y ha comido un pollo guisado con sustancia? Así de estos "pa mojar pan". Al final tienen que ir por más pan para la merienda o la cena. Y esas patatinas en la salsa que saben a gloria bendita...
¡Pues nada!¡Vamos al lío!!
Ingredientes:
3 ó 4 pechugas de pollo.
2 cebollas grandes.
2 ajos.
1/2 pimiento verde.
1 ó 2 zanahorias.
1 tomate grande maduro.
1 vaso de vino blanco.
1 hoja de laurel.
3 ó 4 patatas.
Aceite de oliva.
Aceite de girasol.
Sal y pimienta.
Un poco de romero.
Un poco de orégano.
Un poco de perejil picado.
Receta:
En una olla ponemos aceite de oliva que cubra el fondo de manera generosa y sellamos las pechugas que habremos salpimentado con anterioridad. Las sacamos a una fuente y reservamos.
En la misma olla (para aprovechar la sustancia del pollo), ponemos a pochar el ajo, la cebolla, la zanahoria y el pimiento bien picados con un poco de sal para que se poche antes.
Cuando esté todo bien pochado pelamos el tomate y lo picamos en dados. Lo añadimos a la olla y dejamos hacerse unos 2 ó 3 minutos más.
A continuación añadimos las pechugas junto con el romero, el orégano, y el laurel.
Cubrimos con el vaso de vino blanco y dejamos guisar unos 15 minutos.
Sacamos las pechugas y las fileteamos.
Volvemos a meterlas en la salsa para que cojan bien todo el sabor. Rectificamos de sal y añadimos el perejil picado.
Freímos las patatas en una sartén con abundante aceite de girasol, picadas en dados grandes con un poco de sal y las añadimos al guiso.
Dejar reposar un poco y servir.
Consejo: si no os gusta encontrar las verduras (por ejemplo para los niños) podéis pasarlas por la batidora, quedará igual de bueno.
Si no queréis patatas fritas podéis acompañar de alcachofas.
¡Espero que os guste mucho!!!
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