Parece una galleta oreo gigante, hará la delicia de los niños y despertará la curiosidad de los adultos.
Para elaborar esta tarta no es necesario utilizar el horno. No reviste ninguna dificultad y es muy original.
¡Vamos al lío!
Ingredientes:
4 paquetes (tubos) de galletas oreo.
3 cucharadas de mantequilla.
400ml. de leche entera.
400g. de queso de untar.
400ml. de nata líquida (para montar).
250g. de azúcar.
4 sobres de cuajada
1 papel de horno.
Receta:
Separar las partes negras de la blanca de las galletas.
Triturar con un mortero o una picadora las partes negras y reservar.
Derretir la mantequilla a punto de pomada y mezclar con la mitad de las galletas negras picadas. En un molde para tartas (se puede poner un papel de horno para que sea más fácil desmoldar después) ponemos esta pasta de galletas y mantequilla en el fondo. Será la base de la tarta. Llevar a la nevera para que endurezca.
En un vaso poner un poco de los 400ml. de leche y diluir la cuajada.
Poner una tartera al fuego con la nata y la leche restante hasta que hierva sin parar de remover para que no se pegue. Retiramos unos segundos y volvemos a poner al fuego hasta que hierva de nuevo añadiendo la leche con la cuajada y seguimos removiendo unos minutos.
Apartar del fuego y añadir el azúcar, el queso y el relleno blanco de las oreo. Podemos utilizar la batidora para que quede bien mezclado todo.
Dejar enfriar un poco y verter en el molde.
Cuando esté frío cubrimos con el resto del polvo negro de las oreo.
La llevamos otra vez a la nevera o al congelador y ya estará lista.
¡Que aproveche! ¡Deliciosa!
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